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28 de junio de 2016

Delegación japonesa experta en estrés post traumático compartió con equipos homólogos de Concepción

Concepción.- Un interesante intercambio de experiencias relacionadas con salud mental y estrés postraumático causadas por emergencias y desastres naturales sostuvieron en Concepción, especialistas japoneses e integrantes de equipos de la red asistencial del Servicio de Salud de Concepción, de Onemi y de la Seremi de Salud del Biobío. Compartir cómo los nipones han ayudado a sus compatriotas a sobreponerse de catástrofes como terremotos y maremotos, los mismos fenómenos que inesperada e impredeciblemente afectan en Chile, fue uno de los objetivos principales de la reunión en la capital penquista.

Sin embargo, la delegación encabezada por la investigadora del Hyogo Institute for Traumatic Stress, de Kobe, Dra. Tomoko Osawa y del siquiatra, y director del organismo, Dr. Hiroshi Kato ya había sostenido, en días previos, encuentros a nivel nacional con autoridades del Ministerio de Salud y otros organismos de protección civil. En su visita, la primera a nuestro país, los japoneses promueven el modelo “Kokoronokea” que en español significa “Cuidado del Corazón”.

En este contexto, Paz Anguita, profesional del Departamento de Gestión de Riesgo de Emergencias y Desastres del Minsal, explicó que desde 2015 Chile avanza en un proceso colaborativo con el país del sol naciente, por las similitudes que comparten en estas contingencias que afectan y, en algunos casos, devastan grandes zonas poblacionales, no solo en materia de infraestructura, servicios básicos sino también a nivel psicosocial. “Estamos en un proyecto de construcción de un Modelo de Protección de Salud Mental en Emergencias y Desastres para el país y eso se está haciendo con la cooperación de la Agencia Internacional de Cooperación Japonesa (JICA), con Onemi, Minsal y un centro de investigación. Entonces parte de este proyecto que terminará el 2018 implicaba la visita de estos expertos a los que les estamos sacando partido, reuniendo a la red de Salud Mental de los Servicios de Salud de la provincia de Concepción, pues se nota que hay mucho interés en materia de Salud Mental, Emergencias y Desastres, es una temática que convoca y motiva mucho a la comunidad y por eso hemos propiciado esta visita. Es primera vez que estos expertos japoneses vienen a Chile, pese a que JICA tiene desde 2010 una colaboración más estrecha con nuestro país, en diversas líneas de trabajo, pero ésta (salud mental) es una nueva arista”.

Pese a las diferencias idiomáticas entre los convocados, el encuentro contó con traducción diferida que permitió a integrantes de grupos de psicotrauma del SSC y del Centro Comunitario de Salud Mental (Cosam) de Lota, dar a conocer a los nipones cómo ellos han ayudado a la población de la zona a ir cerrando los traumas post 27 de febrero de 2010.

Según Carmen Gloria Rodríguez, psicóloga del Cosam lotino cree que aún queda mucho trabajo que hacer. “La labor comunitaria está y pese a que tenemos puntos de encuentro con los japoneses, hay experiencias de ellos que debemos ir revisándolas y poniendo en práctica para que Chile tenga una cultura de prevención y no sigamos siendo reactivos. Ellos por ejemplo trabajan mucho con hitos, con memoriales, con lo que llaman ‘la cultura del recuerdo y la memoria’ como un recurso para crecer. Acá eso no está instalado, aún. Hay un tema de recursos necesario que permitiría hacer más de lo que podemos hacer, pero si hay un equipo comprometido y jugado por los demás se pueden hacer cosas, se pueden entregar mensajes positivos, que la gente comprenda que la Salud Mental no es una enfermedad sino un estado de bienestar, es posible seguir mejorando y avanzando como sociedad”.

Al término de la jornada, la Dra. Tomoko Osawa, investigadora del Hyogo Institute for Traumatic Stress, de Kobe, respondió las siguientes consultas:

¿Qué la mueve particularmente a usted a promover este modelo del “Cuidado del Corazón” (Kokoronokea) cuyo concepto en español resulta muy empático y con un sentido profundamente humano y social?
“Yo fui víctima del terremoto de Kobe el año 1995 y si no hubiera tenido esa experiencia tal vez no hubiera desarrollado este trabajo ni se habría creado el Centro que hoy existe, y si bien es un área que se limita a los que son las emergencias y desastres naturales, accidentes y casos policiales, no hubiera estado promoviendo el ‘Kokoronokea’ tampoco”.

Lo estricto de la disciplina japonesa y la estructura social les impide vincularse directamente con los colegios y la enseñanza de estos temas desde la primera infancia, según lo manifestó en su charla. Acá en Chile y en Lota, particularmente lo hacen. ¿Le parece una buena o adecuada estrategia?
“Sí, es verdad. Como expertos no hemos podido entrar en las escuelas de mi país, pero haya hay una figura interna que son los Consultores Escolares que trabajan temas de Emergencias y Desastres y hay muchos conceptos que se condicen con los de nuestro trabajo como investigadores y son parecidos. Lo que sí se puede decir es que es muy difícil articular los diferentes tipos de organizaciones sociales que existen, pero hay aspectos en Chile y en Japón en que nos parecemos. Me voy muy complacida y emocionada por lo que he conocido en estas materias”

¿Cree en el amor al prójimo?
(Responde en español). “Sí, sí, sí”. (Sonríe) “Incluso cuando suceden desastres naturales si no hay un amor al prójimo no creo que nadie podría hacer ninguna de las actividades que hace.

¿Es creyente?
Sí. Tal vez no sea el mismo Dios en el que ustedes creen, pero sí creo en la existencia de una Persona Superior a nosotros y en nuestro caso más en los ancestros.

Por último, ¿cuál sería su consejo para los chilenos en esta línea de trabajo en Salud Mental?
“Creo que la gente debe saber que se víctima de un desastre natural no es “contagiarse” de una enfermedad emocional ni mucho menos. Es un proceso también natural que hay que aceptar y enfrentar con re silencia para seguir viviendo. También hay que hablar mucho, mucho con los demás”.