En medio de una pandemia, con un planeta contaminado y con aumento de enfermedades como el cáncer, el asma y las cardiopatías, este año la OMS conmemoró el Día Mundial de la Salud 2022 haciendo un llamado sobre las medidas urgentes que se necesitan para mantener la salud de los seres humanos y del planeta e incentivar un cambio para que las sociedades se preocupen del bienestar. La OMS calcula que cada año se producen más de 13 millones de muertes asociadas a causas ambientales evitables, por lo que la crisis climática es también una crisis de la salud y la mayor amenaza para la sanidad que se enfrenta la humanidad.

Entre las cifras alarmantes de este problema, destaca que más del 90% de las personas respiran un aire insalubre que es consecuencia de la quema de combustibles fósiles; Debido al calentamiento del planeta, los mosquitos propagan las enfermedades más lejos y más rápido que antes; Los fenómenos meteorológicos extremos, la degradación del suelo y la escasez de agua están desplazando a las personas y afectando a su salud. Además, la contaminación y los plásticos llegan hasta el fondo de los océanos más profundos, de las montañas más altas y se han abierto paso en nuestra cadena alimentaria. Por su parte, los sistemas de fabricación de alimentos y bebidas muy transformados y poco saludables, están impulsando una ola de obesidad, aumentando el cáncer y las enfermedades cardiacas, al tiempo que generan un tercio de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.

La OMS plantea que las economías del bienestar deben velar por el bienestar de las personas, la equidad y la sostenibilidad medioambiental, objetivos que debieran plasmarse en inversiones a largo plazo, presupuestos enfocados al bienestar, protección social y estrategias legales y fiscales. Concluye que «para romper estos ciclos de destrucción del planeta y de la salud humana es necesario adoptar medidas legislativas, reformar las empresas y apoyar e incentivar a las personas para que tomen decisiones saludables».