Al tercer día de iniciado el incendio forestal que afectó a la comuna de Santa Juana (Región de Biobío) la célula del Equipo Médico de Emergencia (EMT por sus siglas en inglés) coordinado y enviado por el DEGREYD de MINSAL, ya estaba desplegado en la zona para apoyar las tareas de respuesta y cuidado de la población afectada. Este equipo estuvo formado por una enfermera matrona, un enfermero y dos TENS del Servicio de Salud O’Higgins, además de un médico del Servicio de Salud Atacama; todos capacitados y formados para desarrollar este tipo de tarea.

Al cabo de una semana lograron poco más de 100 atenciones en las cuales «se atendía las lesiones producto de la emergencia y patologías crónicas que pudieran estar descompensadas. Por lo tanto, el equipo de cuidado coordinaba la entrega de medicamentos, procedimientos clínicos, administración de fármacos, tratamientos, curaciones, contención psicológica, quemaduras y se gestionaba con el nivel hospitalario para dar continuidad con el cuidado”, detalló la enfermera matrona y Coordinadora del EMT, Ximena Duarte Aranda.

Este equipo tuvo como base de operaciones el Hospital de Santa Juana, desde donde se coordinaron sus visitas en terreno, obtuvieron los insumos médicos para las atenciones y medicamentos para las personas pacientes. Aunque un móvil los ayudó a acercarse a las zonas de despliegue, el grueso del trabajo se hacía a pie por senderos, visitando casas, sitios y preguntado entre los vecinos por direcciones y orientación.

«El trabajo se hizo en lo que quedaba de sus casas, donde había un poco de sombra para poder atender y una silla. Estuvimos yendo casa por casa, por lo que fue vital el trabajo con los presidentes de las juntas de vecinos y los mismos lugareños que nos decían dónde había una familia y cómo llegar”, explicó Duarte.

En muchas ocasiones el EMT fue el primer contacto con equipos de emergencia que tuvieron los lugareños luego de ser controlados los siniestros. Situación que permitió a la enfermera matrona conocer la calidad humana de los afectados al señalar que “la comuna de Santa Juana tiene una población muy resiliente, muy positiva y solidaria. Los que habían perdido todas sus cosas compartían lo poco que tenían, eso conmueve el alma y te motiva a hacer un trabajo integral”.

«Tuvimos que hacer curación de quemados en los restos de sus hogares, porque no querían moverse de su casa por cuidarla y ya estaban trabajando en la reconstrucción inmediatamente luego de ocurrido el incendio», concluyó la profesional.