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12 de diciembre de 2023

Qué hacer en caso de calor extremo

Un evento de calor extremo es cuando la temperatura máxima observada en un día supera el promedio mensual de temperaturas máximas, en una determinada zona geográfica y en distintos períodos del año. Cuando este evento alcanza el percentil 983 se habla de altas temperturas y si supera el percentil 97 se denomina altas temperaturas extremas.

Riesgos en la salud de las personas
La exposición excesiva a altas temperaturas trae efectos en la salud cuando la temperatura corporal se eleva por sobre los 38°C. Los riesgos abarcan desde lo más leve como manifestaciones cutáneas tipo miliaria, hasta lo más grave representado por golpes de calor, asociados a afectación del Sistema Nervioso Central, pasando por edema generalizado, calambres, síncope por calor, estrés por calor e incluso la muerte.

¿Cuáles son signos y síntomas de deshidratación?
– Leve: Boca seca, baja producción de orina y más concentrada, hormigueo, somnolencia, impaciencia, inestabilidad emocional, desorientación-confusión, caídas, estreñimiento, náuseas.
– Moderado: aumento de temperatura, pulso, dificultad para respirar, mareos, confusión mental, debilidad muscular, caídas, coloración azul de la piel y de las mucosas, disminución de la producción de orina, estreñimiento, infecciones.
– Grave: Espasmos de los músculos, delirio, problemas de equilibrio y de circulación, lengua hinchada, ausencia de producción de orina, falla del riñón, disminución de la presión arterial, coloración azul de la piel y de las mucosas, infecciones.

SIGNOS DE ALARMA DURANTE UNA OLA DE CALOR
– Solicitar ayuda si se presenta mareos, debilidad, ansiedad, sed intensa o cefalea intensa, espasmos musculares dolorosos, confusión o somnolencia intensa inhabitual para la edad y el horario del día.
– Dejar de realizar actividad física, descansar en un lugar fresco, con sombra.
– Consumir sales de rehidratación o bebidas no azucaradas con electrolitos.
– Si hay confusión o el niño o niña está somnoliento, no dar nada de comer ni beber hasta ser evaluado por un profesional de salud.
– Tomar duchas frías o ponerse toallas o ropa mojadas en agua fría.

RIESGOS PARA LA INFANCIA
En este escenario, las niñas y niños son n grupo de la población especialmente vulnerable en término de lesiones o daño relacionado con calor y representan la mitad de los afectados por estas patologías. Entre las razones que determinan su vulnerabilidad, es que demoran más tiempo en termorregular y en aclimatarse a ambientes más calurosos y húmedos; y que responden menos a estímulos ambientales que les produzcan la necesidad de tomar más agua o sacarse la ropa, en comparación a las personas adultas.

RIESGOS PARA LOS ADULTOS MAYORES
Las condiciones existentes en las personas mayores que favorecen la deshidratación son:
– Sexo femenino.
– Edad igual o superior a 85 años.
– Tener más de 4 enfermedades a la vez.
– Tomar 4 o más medicamentos.
– Tomar medicamentos como diuréticos, fenitoína, uso de laxantes.
– Cursar con una enfermedad aguda (fiebre, vómito, diarreas).
– Realizar ejercicio físico intenso.
– Infecciones/quemaduras.
– Tener una condición de discapacidad física o mental.
– Personas mayores que estén post-operadas o saliendo de una hospitalización reciente.
– Ingesta de alcohol.
– Baja sensibilización de los cuidadores frente a la importancia de una correcta hidratación en las personas mayores.
– Abandono / falta de cuidados.

¿Por qué es tan importante tomar agua e hidratarse en las personas mayores?
– Porque es vital para el correcto funcionamiento del organismo.
– En las personas mayores se dan una serie de cambios en el cuerpo que hacen muy importante hidratarse correctamente.
– Las personas mayores tienen disminuida la sensación de sed.
– Tomar agua ayuda a evitar el estreñimiento.
– Algunos medicamentos que cotidianamente toman las personas mayores aumentan sus necesidades de ingerir agua.
– En personas mayores con demencia la falta de agua puede provocar mayor desorientación.
– En condiciones normales una persona mayor requiere tomar 2-2,5 litros de líquidos al dia (8 a 12 vasos).

RECOMENDACIONES GENERALES PARA PREVENIR ENFERMEDADES RELACIONADAS CON UNA OLA DE CALOR:
– Beber más líquidos de lo habitual para mantenerse hidratado/a. Evitar líquidos azucarados, bebidas gaseosas y bebidas energéticas.
– Deje un vaso de agua en su velador y si despierta hidrátese
– Enfriar el hogar abriendo todas las ventanas durante la noche y temprano por la mañana y cerrándolas durante el día.
– Mantener persianas y toldos abajo, y cerrar las ventanas que reciben calor durante el día, abriéndolas durante la noche cuando las temperaturas disminuyen
– Preferir los espacios más fríos del hogar, especialmente para dormir.
– Procurar pasar al menos 2 a 3 horas cada día en lugares fríos. Pueden ser espacios con aire acondicionado como centros comerciales o edificios públicos, si es que no se encuentran disponibles en el hogar.
– Al hacer actividad física, preferir horarios más frescos, como las mañanas antes de las 7 horas y después del atardecer.
– Nunca dejar a los niños y niñas solos en un auto estacionado, aunque tenga las ventanas abiertas. Siempre verificar que no quede nadie dentro del auto al bajarse de él antes de cerrarlo.
– Usar ropa ligera, suelta, de colores claros; así como calzado ligero y suelto que permita la ventilacón
– Usar gorro que proteja del contacto directo con el sol y anteojos con filtro de protección solar.
– Utilizar bloqueador solar con FPS al menos 30, reaplicar cada 2 horas. Las quemaduras solares aumentan la deshidratación y, por lo tanto, el riesgo de enfermedades relacionadas al calor.
– Tomar duchas frías o ponerse toallas o ropa mojadas en agua fría, ya que si la temperatura ambiental sobrepasa los 35°C, los ventiladores no previenen las enfermedades relacionadas al calor.
– Evitar comidas calientes y pesadas.
– Comer comidas fraccionadas y tomar abundante agua y líquidos no azucarados.
– Solicitar ayuda al presentar mareos, debilidad, ansiedad, sed intensa o cefalea intensa y/o espasmos musculares dolorosos. Podría ayudar consumir sales de rehidratación o bebidas no azucaradas con electrolitos.

RECOMENDACIONES A TRABAJADORES Y TRABAJADORAS
– Frente a la exposición solar, se debe evitar o limitar el tiempo de exposición al sol en las horas de más alta radiación (10 a 15 horas), para ello es posible utilizar en los lugares de trabajo ropa o accesorios de protección como anteojos y gorros legionarios.
– Los Elementos de Protección Personal (EPP), deben tener el control sanitario correspondiente; para el caso de la ropa de protección, esta debe contar con certificación nacional. De esta forma se recomienda el uso de fotoprotectores solares en aquellas partes del cuerpo en que no es posible cubrir con el uso ropa de protección contra la radiación ultravioleta. Estos productos también deben contar con el registro del ISP como EPP. Dicha información puede buscarse en el siguiente link https://www.ispch.gob.cl/listadoepp/
– Sin perjuicio de otras disposiciones legales, la Ley 20.096, conocida comúnmente como “Ley de Ozono”, establece que los empleadores deberán adoptar las medidas necesarias para proteger eficazmente a los trabajadores puedan estar expuestos a radiación ultravioleta.
– Por lo cual, se recomienda implementar primero medidas de control de riesgo del tipo ingenieril, como por ejemplo, utilizar barreras que generen sombras (como toldos, techumbres, etc.), posteriormente medidas de tipo administrativas, como por ejemplo, organizar y realizar las labores en horarios en que la radiación solar es menor y, por último, como última medida el uso de EPP en los lugares de trabajo. Todo esto, dependiendo de la respectiva evaluación del riesgo de cada puesto de trabajo en que existe riesgo de exposición a UV de origen solar.

Ante un evento de calor extremo…
→ Bebe líquidos constantemente, aunque no sientas sed.
→ Prioriza el consumo de agua, evitando las bebidas alcohólicas y azucaradas.
→ Evita las comidas altas en calorías. Aumenta el consumo de frutas y verduras.
→ Mantén los alimentos refrigerados y vigila las medidas higiénicas de conservación. Evita comer alimentos que se descompongan rápidamente con las altas temperaturas, para prevenir intoxicaciones.
→ Procura mantener el interior de tu hogar a una temperatura más baja que el exterior, bajando cortinas, cerrando o abriendo ventanas. Utiliza las habitaciones más frescas de tu vivienda.
→ Vigila la temperatura corporal y condición de niños y adultos mayores, frecuentemente estos grupos pueden deshidratarse con facilidad.

Si estás al aire libre…
→ Evita exponerte al sol durante las horas centrales del día (11.00 horas a 17.00 horas).
→ Usa protección solar con factor 30 ó más y complementa con el uso de sombrero, lentes de sol y sombrilla.
→ Si vas a practicar actividad física, hazlo durante las primeras horas del día o en la noche.
→ Descansa con frecuencia a la sombra y mantente hidratado.
→ Usa ropa ligera, holgada, de colores claros y evita las telas sintéticas.
→ Nunca dejes a personas ni mascotas en el interior de vehículos.
→ Realiza un adecuado uso del fuego y solo en áreas autorizadas. Al intensificarse el estrés hídrico de plantaciones forestales y bosque nativo, se incrementa el material vegetal seco, que junto con la baja humedad, viento y altas temperaturas generan condiciones favorables para la propagación de incendios forestales. Revisa las recomendaciones ante incendios forestales.
→ Mantén un adecuado manejo de los residuos y basura, el calor acelera la descomposición de desechos orgánicos, aumentando la generación de líquidos percolados, gases y malos olores; junto con la proliferación de moscas e insectos.
→ Procura mantener a la sombra y ofrecer alimento y agua a animales y ganado. Considera que el estrés térmico reduce la ganancia en peso de los animales, estos a su vez requieren más agua para regular su temperatura corporal.
→ Mantén hidratados cultivos, huertas y vegetación en general. El aumento de las temperaturas incrementa la evapotranspiración, generando mayores demandas hídricas por parte de los cultivos.